Quizás he visto un aspecto negativo en esta novela, y es que es difícil de creer que en el capítulo final, con todas las muertes que tienen lugar en la cima de la montaña (en La Puerta), la guardia civil y la justicia hagan oidos sordos y no se busque a los culpables. El lector no es tonto y no encuentra una explicación razonable a estos hechos. Hay demasiadas muertes y el silencio de la justicia no tiene justificación.
Por lo demás, esta novela está muy bien y la recomiendo a los lectores. Una sugerente lectura sobre la Galicia natal del autor, con su clima húmedo y lluvioso, y con las antiguas tradiciones gallegas como telón de fondo.
Esta novela ha sido editada por la Editorial Planeta y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto. Un crimen ritual cuyo desenlace tiene al lector atrapado en sus páginas. A mí me ha pasado.
Sinopsis: El hallazgo del cadáver de una joven, asesinada mediante una antigua forma ritual a los pies de la mítica Puerta de Alén, desconcierta a sus investigadores. La agente Raquel Colina es una recién llegada a ese rincón perdido de Galicia para tratar de salvar a su hijo, al que la medicina ya no puede curar. Sin otra alternativa, y llena de dudas, Raquel había recurrido a una menciñeira local, que prometía su sanación.
Sin embargo, la misteriosa desaparición de la curandera y el descubrimiento de la víctima de la Puerta hacen sospechar a Raquel que ambos casos pueden estar relacionados. Con la complicidad de su compañero, en un ambiente mágico y rural que no acaba de comprender y donde todo el mundo parece guardar un secreto, la agente comenzará una desesperada cuenta atrás para resolver el caso y así hallar la última tabla de salvación que le queda a su hijo.