miércoles, 25 de agosto de 2010

"El corazón helado", de Almudena Grandes.


Con el libro "El corazón helado", la escritora Almudena Grandes se adentra en el complicado mundo de la guerra civil y la posguerra española para contarnos una historia de amor y odio entre dos familias españolas, una republicana y otra franquista, donde el factor predominante fue el engaño y la traición.
El día de su muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios cuya fortuna se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una sustanciosa herencia pero también muchos puntos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y en la División Azul. En su entierro, en febrero de 2005, su hijo Álvaro, el único que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, llamada Raquel, a la que nadie había visto antes y que parece delatar aspectos desconocidos de la vida íntima de su padre.
Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados en Francia, lo sabe en cambio casi todo sobre el pasado de sus progenitores y abuelos, a los que ha preguntado sobre su experiencia de la guerra y del exilio. Para ella sólo una historia permanece sin aclarar: la de una tarde en que acompañó a su abuelo, recién regresado a Madrid, y visitaron a unos desconocidos con los que intuyó que existía una deuda pendiente.
Álvaro y Raquel están condenados a encontrarse porque sus respectivas historias familiares, que son también la historia de muchas familias en España, desde la Guerra Civil hasta la Transición, forman parte de sí mismos y explican además sus orígenes, su presente. También porque, sin saberlo, se sentirán atraídos sin remedio. Álvaro descubrirá que su padre robó a la familia de Raquel propiedades privadas al acabar la guerra. Esto no será inconveniente para que los dos se amen y se quieran, y decidan vivir juntos.
La novela te hace reflexionar sobre las injusticias que existieron durante el franquismo gracias a la Ley de Responsabilidades Políticas, que hicieron que muchos republicanos perdieran sus propiedades por el simple hecho de ser un rojo y un desahuciado del régimen.