
La historia está contada en primera persona por Ángela Carballino, que llega a principios del siglo pasado de la ciudad para quedarse a vivir en el pueblo de Valverde de Lucerna (Zamora). Allí conocerá al cura Don Manuel Bueno y se quedará prendada de su bondad y santidad. Se entregará a la fe y a la práctica diaria de la religión católica, siempre aconsejada y adoctrinada por este párroco.
En la novela también tiene protagonismo Lázaro, el hermano de Ángela, que llegará al pueblo procedente de América sin creer en Dios y estando muy alejado de la Iglesia.
El cura Don Manuel irá convirtiendo poco a poco a Lázaro al catolicismo y con el paso del tiempo se convertirá en otro discípulo suyo y fiel seguidor de la doctrina de Cristo.
Al final de la historia, se produce la muerte de Don Manuel en el interior de la Iglesia y poco después también de Lázaro por una cruel enfermedad, por lo que Ángela Carballino se quedará sola en su casa, con la sola compañía de sus escasos vecinos.
La novela termina con la referencia explícita al proceso de beatificación de Don Manuel promovido por el obispo y tomando el pulso narrativo Unamuno para decir que se encontró este manuscrito de Ángela olvidado en su casa.
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