
Sinopsis: Víctor ha colgado el estetoscopio y la bata y, al menos por un año, ha dicho adiós a su consulta. Necesita asumir la reciente muerte de su esposa pero, también, recuperar su fe en la medicina y la confianza en sí mismo, de modo que ha partido en busca de toda la soledad que un viaje por el norte de Marruecos pueda darle.
Mientras recorre la región del Rif asiste a un curioso hallazgo: en una obra en construcción, una excavadora da con una antigua fosa común. Todos los lugareños conocen el origen de esos huesos: son los restos de soldados españoles masacrados en 1921 en el Desastre de Annual. Pero Víctor encuentra algo más, algo que se lleva consigo como inofensivo recuerdo. Es una botella lacrada en cuyo interior hay una carta, acaso las últimas palabras que un tal capitán Gimeno, ante la certeza de su muerte, escribió a su amada.
Y sin siquiera haberla leído, Víctor siente que debe hacer todo lo que está en sus manos para entregar esa carta. Aquí comienza su aventura a través de la historia reciente de España, siguiendo el rastro de vidas desconocidas con la ayuda de sus amigos, de un curioso detective privado y principalmente de Claudia, capitana del Ejército destinada en Melilla.
Al final, Victor descubre que la destinataria de la carta Noelia Claramunt falleció en los años sesenta pero que tuvo un hijo Paulino, fruto de su amor con el capitán Gimeno. Entonces, decide buscar su lugar de residencia para entregarle la carta. Así descubrirá que Paulino fue un maquis que luchó en la sierra en contra de la Guardia Civil, luego se cambió de nombre y que vive en un barrio de Salamanca pero con noventa años de edad.
Victor y Claudia localizan su domicilio y entran en contacto con su familia para contarles su trabajo de investigación y entregarle finalmente la carta a Paulino, que emocionado conoce el contenido de lo que escribió su padre en el año 1921. Novela muy recomendable.