sábado, 26 de abril de 2014

"Mientras los demás bailan", de Ángela Vallvey.


Estamos ante una buena novela sobre el franquismo que no te dejará indiferente. Ángela Vallvey nos cuenta la historia de una sirvienta Adelia, que se verá seducida por el señorito pero que, gracias a su inteligencia, pondrá cierta resistencia y se casará finalmente con un hombre formal.
Me centro en la historia de la sirvienta porque es la que más me ha impactado. Esta novela narra los abusos que cometían muchos señoritos en los años cuarenta, al obligar a sus sirvientas a acostarse con ellos si no querían que las despidieran de su trabajo.
Se trata de una interesante historia que no tiene final feliz, ya que lo que espera el lector es que la sirvienta Adelia se case con el periodista Padilla, pero esto no ocurre finalmente, y crea cierta decepción al acabar su lectura. El amor no vence a la tiranía del señorito.
El libro destapa también la historia de muchos nazis que se refugiaron en España al acabar la Segunda Guerra Mundial, y que buscaban como último destino Brasil. Asimismo, refleja en su trama literaria la imposibilidad de conseguir el divorcio en la España de la posguerra.
De todas formas, recomiendo esta novela a todos los lectores. Ha sido editada por Ediciones Destino, S.A. En mi apreciación personal le concedo un aprobado alto.
Sinopsis: Corre el año 1945. En la España de la posguerra hay también lugar para dejar atrás el desaliento y se respira cierto optimismo y ganas de progresar. Pero no es así para Isabel: tras negarse a confesar quién es el padre del hijo que espera, debe aceptar por imposición de su hermano Jaime una boda pactada. Las aspiraciones, los deseos y el ideal de amor de la joven Isabel se desvanecen en cuanto conoce asu sombrío marido, Jacob Kantor, un alemán de oscuro pasado que la recluye, tras una boda apresurada, en lafinca de la familia, en el Valle de Alcudia.
 Isabel, lejos de su ambiente de clase alta, de las fiestas y la vida en sociedad, se tiene que adaptar a la sencillez de los días en el campo y a la soledad a la que ha sido condenada. Por fortuna, la acompaña Adelia, su soñadora y joven sirvienta, que ha empezado a tener correspondencia, a través de la sección de contactos de una revista, con un chico de Madrid que muy pronto le propondrá matrimonio por carta. Las dos mujeres cimentarán su amistad mientras preparan el ajuar de Adelia y esperan el nacimiento de Alejandra.