miércoles, 23 de septiembre de 2009

Rebecca, de Daphne du Maurier.

Un clásico que no deja de cautivar al lector. La obra Rebecca de Daphne du Maurier no se resiste a pesar del paso del tiempo, ya que hace setenta años que se publicó por primera vez. Fue adaptada al cine gracias a Alfred Hitchcock. El libro actualiza los preceptos de la tradición de la novela gótica.
"Anoche soñé que volvía a Manderley". Con esta frase Daphne du Maurier nos introduce en el universo de una mansión en apariencia idílica, con rosaledas y caminos bordeados de rododendros y praderas que terminan en una pequeña cala. Es la casa de Maxim de Winter en la que vivía con su esposa Rebecca hasta que ésta murió ahogada en el mar y a la que ahora regresa con su nueva e inocente mujer.
Su nueva mujer descubre en Manderley que siempre está en el recuerdo de todos Rebecca, una mujer impresionante que dejó huella en la mansión. Finalmente se descubre que Rebecca no murió ahogada como se creía sino que fue asesinada por su marido Maxim, pero que éste sabe sortear muy bien a la justicia cuando se encuentran el barco hundido con su difunta mujer dentro. Su tabla de salvación fue el descubrimiento de que Rebecca padecía un cáncer terminal, lo que induce a todos a su suicidio. Sorprende en la novela que no se le hiciese un examen forense al cadáver de Rebecca. lo que hubiera demostrado su asesinato. Por lo demás, la novela se puede considerar como aceptable.