viernes, 23 de junio de 2017

"El peso de los muertos", de Víctor del Árbol.

La novela "El peso de los muertos" ganó el Premio Tiflos de Novela en 2006 y su lectura me ha sorprendido por su atractivo argumento y buen hilo narrativo.
La acción sucede en Barcelona en el año 1945 y también se viaja en el tiempo a noviembre de 1975, en los días previos a la muerte de Franco. Lo que más me ha gustado es la descripción pormenorizada de las torturas y vejaciones que llevaba a cabo la policía franquista, que no respetaba los derechos individuales de las personas y torturaba sin compasión para sacar una confesión.
Muchas veces acababa con la muerte del torturado y entonces se le aplicaba la ley de fugas, es decir, se le disparaba por la espalda para parecer que huía de la policía y así justificaban su muerte.
En la dictadura franquista existía la pena de muerte por garrote vil y las torturas en las comisarías y calabozos para obtener las confesiones firmadas bajo presión y amenazas. Gracias a Dios hoy tenemos en España una democracia consolidada que respeta los derechos humanos y no existen torturas de ningún tipo.
Esta novela ha sido editada por la Editorial Castalia y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto. Recomiendo este libro a los lectores.
Sinopsis: Noviembre 1945: Nahum Márquez va a morir en el patíbulo. Noviembre 1975: Lucía regresa a Barcelona desde el exilio con las cenizas de su padre y con los fantasmas que la esclavizan. Franco agoniza, y con él una España que encarna el comisario Ulises, dispuesto a una última batalla con su propia decrepitud, a manos de una España emergente, la de Gilda y sus amigos que nada le deben al pasado excepto, quizá, una pátina de romanticismo. El encuentro entre Lucía y el comisario, temido pero inevitable, enfrentará dos mundos, el de los vivos y el de los muertos que viven a lomos de estos.
Durante treinta años cada personaje que tuvo que ver en la muerte de Nahum Márquez ha inventado sus propios recuerdos de cómo fue aquella historia de amor y tormento. Es una ficción que les permite vivir más allá de lo que realmente ocurrió y que les pone a salvo del dolor y de su propia responsabilidad.
Pero Lucía está cansada de huir y de mentirse. Ya no puede con el peso de los muertos. Quiere la verdad, pero la verdad es como un espejo lanzado contra el suelo: rompe la realidad en mil pedazos. Y los demás no están dispuestos a permitirlo. No pueden hacerlo porque eso sería aceptar lo inaceptable: que durante treinta años han vivido una mentira sin darse cuenta de que el Mundo ha pasado de largo y los ha dejado en el andén. Y si una muerte se cubre con otra muerte, el silencio se convierte en el mejor de los pasados.