Una novela que toca superficialmente la vida de Cervantes en el siglo XVI y que mezclada con una fuerte dosis de ficción nos provoca una lectura sosegada y enriquecedora. Estamos ante la obra ganadora del Premio Círculo de Lectores de Novela 2014.
La novela histórica es mi género literario preferido y con este libro he conseguido pasar buenos momentos, pasando con rapidez sus páginas para saber su final incierto. Lo más inverosímil de la novela es que el protagonista pueda profanar una tumba del siglo XVI sin tener consecuencias penales de ningún tipo. Por eso es ficción.
De todas maneras, tengo que indicar que he disfrutado con su lectura, y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto. El libro ha sido editado por Círculo de Lectores.
Sinopsis: «Para hacer un buen comentario de texto, como para investigar un delito, hay que sacar la lupa y analizar nuestro escenario del crimen: el poema.» Así se dirige a sus alumnos Miguel Saavedra, experto en literatura del Siglo de Oro. Poco imaginaba que su analogía literario-forense podría tener una emocionante aplicación práctica. Hasta que descubre la existencia de un poema de Cervantes con unos versos alterados. ¿Por qué hay quien está convencido de que se trata de una clave secreta?
La novela nos lleva al siglo XVI, donde conocemos las andanzas del joven Dimas, criado de un generoso caballero. El amo del muchacho, que cuenta con poderosos enemigos, se definirá como «más versado en desdichas que en versos» en las páginas de su obra maestra: la historia de un estrafalario hidalgo manchego. Miguel ignora que van a tenderle una trampa: en la sombra, un hombre codicioso sigue sus pasos. Aunque, de haber asistido a las clases de Miguel, sabría que las palabras de los genios nunca son inocentes. Y que descifrarlas no está al alcance de cualquiera.
