lunes, 26 de octubre de 2015

"La vigilante del Louvre", de Lara Siscar.

Una magnífica novela que gira en torno al cuadro "El origen del mundo", pintado por Gustave Coubert en 1866, y considerado el cuadro más escandaloso de la historia del arte.
Lara Siscar narra la vida cotidiana de tres mujeres en el París actual, con sus sentimientos y sus vidas. Diana es vigilante en el Museo del Louvre y tiene problemas en su matrimonio, Isabel es una prostituta y modelo ocasional, y Claudette es una mujer casada pero que tiene escarceos amorosos con un joven amante que le chantajea.
Estas tres historias se unirán entre sí a lo largo de la novela y siempre tendrán como punto de conexión el cuadro "El origen del mundo", de Gustave Coubert.
Buen debut literario de la periodista Lara Siscar, ya que el lector se sumerge en su novela y disfruta con el discurrir de la historia.
Yo también soy un fiel seguidor de este cuadro de Gustave Coubert por la crudeza que muestra este desnudo femenino y por su realismo desbordante. Sorprende que esta pintura haya estado escondida tantos años al ser considerada un escándalo para la época.
Esta novela ha sido editada por la Editorial Plaza & Janes y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto. 
Sinopsis: Diana es vigilante en el Museo del Louvre y cada día pasea por sus salas, rendida a la belleza de las obras que allí se exponen y con las que ha adquirido la costumbre de hablar y relatarles los pormenores de una vida que se ha instalado en la rutina, muy a su pesar. Un día desembarca en el museo una exposición temporal sobre Courbet que provoca una fascinación inmediata y poderosa en ella. Pero Diana no está sola en esta obsesión, ya que junto a las obras del gran maestro del realismo llegan también visitantes novedosas para la vigilante del Louvre entre las que se encuentra Claudette, una enigmática rubia que, cargada con su violonchelo, asiste fiel a su cita diaria con El origen del mundo, e Isabelle, una hermosa mujer de cabello rojo intenso, cuyo destino ha sido marcado en gran medida por la modelo retratada en dicho cuadro y de la que conserva su diario como su más preciada posesión.
El origen del mundo es una de las obras malditas del siglo XIX. Concebida por Gustave Coubert en 1866 llevó una existencia casi clandestina durante más de un siglo, oculta por toda clase de artificos, que solo permitieron su contemplación furtiva a un reducido grupo de escogidos. El azar la hizo correr de mano en mano en una larga cadena de propietarios que la llevaron de Francia a Budapest, fue presa del expolio nazi y rescatada por el Ejército Rojo, que la devolvió a su legítimo dueño. Su último propietario conocido fue el psicoanalista Jacques Lacan. Tras su muerte en 1981 el lienzo quedó en manos del estado francés, que no se atrevió a exponerlo públicamente hasta 1995, bajo condiciones especiales de protección, en una sala del Museo D'Orsay, donde se encuentra en la actualidad.