sábado, 12 de septiembre de 2015

"Una pasión rusa", de Reyes Monforte.

Estamos ante la obra ganadora del Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio 2015. La vida de Lina Codina, una española casada con el compositor Prokófiev, es la materia de 'Una pasión rusa', la novela con la que la periodista y escritora Reyes Monforte ha conseguido que centrara toda mi atención en su lectura durante los últimos días.
Si tengo que definir a esta novela en cuatro palabras, debo indicar que me ha gustado adentrarme en la historia de esta extraordinaria mujer, que tuvo que lidiar con la dictadura de Stalin, con sus detenciones injustificadas, torturas, falsas acusaciones sin juicios justos, y vivir el horror de los campos de concentración rusos.
En las dictaduras no se respetan los derechos fundamentales ni las libertades, y las personas físicas sufren en sus propias carnes las injusticias, la opresión y la tiranía de sus dirigentes. Lina Codina tuvo que sufrir un auténtico calvario al ser detenida injustificadamente, torturada y acusada falsamente de unos supuestos delitos.
Esta novela trata también sobre un amor fuerte y duradero vivido entre dos personas, que tuvo que superar muchas dificultades, pero que siempre quedarán los buenos momentos vividos en torno a la música y los ambientes típicos de intelectuales y artistas de los años veinte y treinta del pasado siglo XX.
Este libro ha sido editado por la Editorial Espasa Libros y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto.
Sinopsis: Esta novela cuenta la vida de Lina Codina, hija de Juan Codina y Llubera, un tenor barcelonés, y de Olga Nemiskaia, una aristócrata de Varsovia y también cantante de ópera, había estudiado en Suiza, Italia y luego en Nueva York, donde conoció a Prokófiev el día que este dio su concierto inaugural en el Carnegie Hall, en 1918. Los primeros años de matrimonio transcurrieron en el París de las vanguardias, donde la pareja formaba parte del círculo más exclusivo de intelectuales y artistas pero todo aquello cambió con la decisión de Prokófiev de regresar a la Unión Soviética.
Aunque fueron recibidos con los más altos honores, con el tiempo empezaron a sufrir las insidias del régimen y el deterioro de su relación. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Lina fue acusada falsamente y, sin que nadie pudiera hacer nada por salvarla, fue enviada al 'gulag', donde permaneció hasta la muerte de Stalin.