martes, 22 de septiembre de 2015

"Cartas a Palacio", de Jorge Díaz.

Una novela de amistad, amor y guerra en la Europa de principios del siglo XX, que cuenta la primera misión humanitaria de la historia. El rey español Alfonso XIII creó en 1914, en Madrid, la Oficina Pro-Cautivos, una iniciativa real para demostrar que su país podía ser neutral pero no indiferente al sufrimiento que padecía Europa con la Primera Guerra Mundial.
En esta oficina recibían cartas procedentes de distintos países de Europa pidiendo ayuda para encontrar a algún familiar desaparecido por la Gran Guerra. Llegó a tener cincuenta y cuatro empleados a su servicio y ayudó a muchas personas a mitigar el dolor de la Guerra.
Esta novela está muy bien, se me ha hecho muy corta su lectura y la recomiendo a los lectores. El ejemplar que he leído ha sido editado por Círculo de Lectores y en mi apreciación personal le concedo como nota un notable alto.
Sinopsis: A comienzos del verano de 1914, todo está preparado en Madrid para la boda de la hija de los marqueses de los Alerces con el duque del Camino. Son la pareja ideal, y sin embargo Blanca no se siente feliz, se resiste a aceptar un destino tan convencional para su vida. El rey Alfonso XIII no asiste a la boda porque ya está disfrutando de sus vacaciones en San Sebastián. Allí recibe un telegrama urgente: el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo y su mujer han sido asesinados en Sarajevo. Malos presagios se ciernen sobre el corazón de Europa. Se acerca el final del año más triste que se recuerda, la guerra finalmente ha estallado y avanza sin piedad sembrando el continente de muertos y heridos, cuando al Palacio Real llega una carta que remueve profundamente el ánimo del rey: una niña francesa suplica su ayuda para dar con el paradero de su hermano, desaparecido en el frente. Alfonso XIII, conmovido por tal petición, emplea la diplomacia española para saber de la suerte del hermano de la pequeña Sylvie, pero su acción navideña tiene consecuencias imprevistas y provoca la llegada de un alud de solicitudes a palacio. Impresionado por la magnitud de la tragedia, el monarca reúne a un excepcional grupo de colaboradoresy pone en marcha la Oficina Pro- Cautivos, donde buscarán el modo de dar respuesta a esas familias rotas por la guerra, desesperadas por encontrar a sus seres queridos.