miércoles, 25 de febrero de 2015

"Rabos de lagartija", de Juan Marsé.

Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa. Estos son los dos galardones que recibió en el año 2000 la novela "Rabos de lagartija", de Juan Marsé. En los últimos días me he sumergido en esta historia basada en los años cuarenta y con las injusticias del franquismo como telón de fondo.
Aquí aparece una policía franquista corrupta que utiliza la tortura y el asesinato como principales armas para conseguir la confesión del detenido del supuesto delito o infracción punitiva.
También se palpa en la novela la pobreza y las penurias que pasaba la población española en los años cuarenta, ya que vivían con el miedo constante a la policía y a la guardia civil, que tenían un poder omnímodo.
Sin pruebas y sin un juicio justo te imputaban un delito, te torturaban sin límite alguno, y si morían los detenidos durante el interrogatorio, no les pasaba absolutamente nada a la policía o a la guardia civil. Campaban a sus anchas y tenían más poder que los propios jueces.
La novela en sí está bien escrita, pero el argumento lo veo un poco pobre desde mi particular punto de vista, pues toda la novela transcurre contando las visitas que realiza el inspector Galván a la casa de la pelirroja Rosa Bartra, y en narrar los juegos y fantasías del niño David. No hay más.
El libro ha sido editado por la editorial Random House Mondadori, S.A y en mi apreciación personal le concedo un aprobado alto.
Sinopsis: esta novela está formada por unos personajes peculiares, como la entrañable pareja formada por el adolescente David y su perro Chispa, el enamorado inspector Galván, o Rosa Bartra, la hermosa pelirroja embarazada, obedecen a una tristeza y una estafa histórica muy concretas, pero también a la estafa eterna de los sueños, encarnada aquí por las fantasmales apariciones de un padre libertario fugitivo y de un arrogante piloto de la RAF que, desde la vieja fotografía de una revista colgada en la pared, actúa como confidente del fantasioso David.