martes, 12 de agosto de 2014

"La lección de anatomía", de Marta Sanz.

La lección de anatomía es una novela autobiográfica, de aprendizaje, escrita con el sentido del humor, y donde la infancia de la autora es descrita con todo lujo de detalles.
A mí personalmente no me ha gustado esta novela, pues se hace muy difícil seguir su hilo narrativo al no atraer la atención del lector. Se describen situaciones de la infancia en la escuela, en su hogar, en la calles, en el cine, pero el lector no se identifica con la historia y cuesta mucho trabajo seguir el discurrir de sus páginas.
Una novela debe enganchar al lector desde la primera página con una historia atrayente, que emocione y que te haga pasar buenos ratos, algo que no consigue "La lección de anatomía".
Nadie discute que esté bien escrita, pero la novela debe contener algunos ingredientes que atraigan la atención del lector.
Esta novela ha sido editada por Anagrama y en mi valoración final le concedo un simple aprobado.
Sinopsis: Una mujer se queda desnuda para que los demás la miren. La midan. Su cuerpo es el texto en el que se ha escrito su biografía. La mano derecha es más grande que la izquierda porque es la mano con que la mujer agarra, escribe, acaricia, desencaja la tapa de los botes de legumbres. Antes, a la mujer su abuela le da unos azotazos en el culo. Va al colegio y se forja un pequeño corazón competitivo. Nada como si fuera un besugo. Ama desesperadamente a su madre y la salva de morir en un ridículo incendio. Canta desgañitándose Pájaro Chogüí y se hace amiga de muchas niñas y mujeres, y del niño más gamberro de octavo de egebé. Desprecia a las asistentas y va cada noche a los cines de verano. Para seducir se aprieta las carnes ridículamente como si su cuerpo fuera el de otra persona. Bebe, fuma, se pone mala y tiene miedo de sus alumnos. Se manifiesta. Se casa. Trabaja de ocho a ocho. Miente y dice la verdad. Como casi todo el mundo. Cumple cuarenta años. Se queda quieta. Reclama el derecho a dejar de complacer. El derecho a la lentitud.