miércoles, 26 de enero de 2011

"Lo que me queda por vivir", de Elvira Lindo.

"Lo que me queda por vivir", de Elvira Lindo, es un libro que me ha resultado demasiado intimista, adolece de acción y que mezcla mucho el pasado del personaje con el presente.
La protagonista, Antonia, recuerda los años ochenta cuando ella tenía veinteséis años y vivía sola en Madrid, separada de su novio y con un hijo de cuatro años. El libro es un continuo ir y venir del pasado y del presente, con tiernos recuerdos de sus vivencias, cuando trabajaba en la radio y posteriormente de guionista en un canal de televisión.
Los textos demuestran el intenso amor que la protagonista siente por su hijo pequeño y cómo el amor le fue esquivo en aquellos años ochenta, con la existencia de varias frustraciones amorosas que la marcaron indudablemente. Una de ellas la llevó a un intento de suicidio y otra a un aborto voluntario.
La suya es la historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y de la soledad.